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La Directiva de eficiencia energética en edificios (EPBD: Energy Performance of Buildings Directive) es la principal norma europea dirigida a impulsar la contención de emisiones de gases de efecto invernadero, del consumo energético y eficiencia energética y de generación de energía a partir de fuentes renovables en las edificaciones. En ella, se define a la Empresa de Servicios Energéticos (ESCO: Energy Service Company) como toda persona física o jurídica que presta servicios energéticos o aplica otras medidas de mejora de la eficiencia energética en la instalación o los locales de un cliente final, asumiendo un cierto riesgo económico. El pago de los servicios prestados se basa, ya sea en parte o totalmente, en la obtención de ahorros de energía y/o ahorro económico a través de la implantación de medidas de mejora de la eficiencia energética, ahorro de consumos o utilización de fuentes de energía renovables y en el cumplimiento de los demás requisitos de rendimiento convenidos. El servicio energético así definido deberá prestarse basándose en un Contrato de Rendimiento Energético (EPC: Energy Performance Contracting) que deberá llevar asociado un ahorro de energía verificable, medible o estimable. Existen varias modalidades de EPC, una de las cuales es el Contrato de Rendimiento Energético con Ahorros Garantizados. Los servicios prestados son de lo más variado, dependiendo sobre todo de su complejidad, pues pueden ir desde la sustitución del alumbrado hasta la instalación de un sistema propio de energía en un edificio. De esta manera el plazo para la recuperación de la inversión es muy variable según las mejoras realizadas, la tecnología utilizada y la inversión realizada. Los proyectos de mejora de eficiencia energética, a grandes rasgos, suelen requerir los siguientes pasos:
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Análisis previo
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Diseño del proyecto
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Definición del contrato
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Desarrollo e implantación del proyecto
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Gestión y mantenimiento
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Control y verificación
La idea base del modelo de la ESCO tiene por objeto permitir al cliente una reducción de su consumo energético sin necesidad de realizar una importante inversión.
Las claves competitivas de las ESCO se basan en la reducción de costes energéticos para los clientes finales con respecto a otro tipo de instalaciones, servicio integral que incluye desde el estudio de la situación de partida, hasta la ejecución y financiación del proyecto.
Por otro lado, simplifica la gestión, ya que la ESCO es el único interlocutor con los clientes y se encarga de coordinar la implantación del proyecto con entidades financieras, proveedores de energía, fabricantes de equipos, instaladores y mantenedores.
QCD advisory está registrado como ESCO tanto en la Comunidad Autónomas de las Islas Baleares, como en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).


Alrededor de un 30% de la energía consumida en España y en las Islas Baleares se consume en edificaciones (viviendas y servicios). En este escenario los ahorros provendrían de la rehabilitación energética de la envolvente térmica de los edificios existentes, la mejora de las instalaciones térmicas de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria, iluminación, ascensores y otros sistemas de transporte y las instalaciones eléctricas. Se incluyen también aquí medidas para la mejora de la eficiencia de las instalaciones de frío comercial e industrial y los centros de proceso de datos, renovación del parque de electrodomésticos así como sistemas inteligentes aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda (domótica) y de edificios no destinados a vivienda, como hoteles, centros comerciales, escuelas, universidades, hospitales y todos los edificios terciarios (inmótica), que permiten una gestión eficiente del uso de la energía, que aporta seguridad y confort, además de comunicación entre el usuario y el sistema.
Para los usuarios de un edificio o vivienda, una mayor eficiencia supone un mayor ahorro en el consumo de energía de las instalaciones de climatización, agua caliente sanitaria e iluminación. Repasemos algunos conceptos básicos.
La demanda energética es la energía que el edificio requiere para que en su interior exista confort. Es la energía necesaria para la climatización (calefacción y refrigeración), ventilación, producción de agua caliente sanitaria (ACS) e iluminación.
El consumo energético es la energía suministrada por un sistema que tiene un rendimiento determinado. Es el gasto energético que realmente tiene el edificio. El consumo energético es:
Consumo energético = Demanda energética/Rendimiento
Cuanto mayor sea el rendimiento y más cercano al valor máximo del 100%, menor será el consumo energético.
Las medidas de ahorro energético se basan en tres ejes:
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Reducción de la demanda energética, evitando el derroche y poniendo en marcha medidas que ahorren energía
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Utilización de fuentes de energía renovables (solar, eólica, biomasa, hidráulica, entre otras) en lugar de energías fósiles
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Uso eficiente de la energía, mediante el uso de equipos con rendimientos elevados